30 de mayo de 2010

El marketing 2.0 y los refranes

Últimamente cuando pienso en el marketing 2.0., y en el reto que supone para las empresas, me acuerdo de mi madre. A veces tenía tanto trabajo que utilizaba un dicho popular: ‘No sé si meter una criada, o ponerme a servir’ (ya sé que la frase no es políticamente correcta, pero es lo que tienen a veces los dichos populares). Igual están las empresas, y no me extraña. Hasta los que nos dedicamos a esto encontramos a veces complicado estar al día de toda la información sobre marketing en social media.

¿Y qué tienen que ver algo tan moderno como el marketing 2.0 y los dichos populares? A mi me parece que los buenos refranes (los que están basados en prejuicios forman parte de nuestra historia más negra y ojalá algún día desaparezcan de nuestro acervo) comparten con el buen uso del marketing 2.0 algo tan simple como el sentido común.

Mucho sentido común y pocas frases rimbombantes (algunas presentaciones sobre marketing 2.0 adolecen de Jeuna retórica más propia del fenómeno fan) es lo que he visto en una presentación de Jeremiah Owyang (en la imagen) en la que analiza los distintos grados de ‘implicación’ en social media en diferentes empresas, y las incoherencias que derivan de ‘subirse al carro’ (¿Dónde va Vicente?...) del marketing en redes sociales sin haber asumido las nuevas reglas del juego. Os sorprenderá ver cómo grandes empresas, como Mcdonalds o Tiffany’s han caído en estas incoherencias.

Volviendo a las pymes y al dilema en que se encuentran, ¿Qué aconsejarles? Porque, como dice el refrán, ‘Más sabe el loco en su casa, que el cuerdo en la ajena’. Así que lo ideal sería que alguien de dentro se encargara de mover los contenidos de la empresa en las redes. Pero siendo realistas, la mayoría de las pymes, sobre todo las que están empezando, no pueden permitírselo.

Ante este escenario deben confiar en una agencia de comunicación. Sí, sé que muchos pensaréis: ‘Zapatero, a tus zapatos’. Pero también es cierto que conocemos a nuestros clientes. Hemos estado con ellos desde sus inicios, conocemos al dedillo sus productos y servicios… Todo lo que el cliente tiene que hacer es mantenernos al día de sus actividades, de sus innovaciones, de sus proyectos… Nuestro reto es enseñarles a seleccionar y transmitirnos qué es noticiable, qué contenidos pueden ser un valor añadido para que los internautas se animen a visitar y recomendar sus páginas y perfiles…

Obviamente eso sólo se consigue compartiendo información con nuestros clientes. Sugerirles cursos, jornadas, blogs especializados aunque sean de nuestros competidores (lo que es bueno para nuestro cliente, es bueno para nosotros). Ya dije en el post anterior sobre comunicación que para conseguir que un cliente realmente demande un producto o servicio, hay que hacer que lo toque, que aprenda a usarlo, que se enamore de él. Hagámoslo, expliquémosle al cliente las ventajas (y los riesgos) del marketing 2.0.

¿Por qué? Porque las redes sociales están ganando terreno y no podemos permitir que nuestros clientes lo ignoren. Por que la publicidad tradicional está perdiendo eficacia (el 90 % de los consumidores dice basar su decisión de compra en las opiniones de gente conocida y el 70 % en opiniones online de consumidores), y porque Internet se ha convertido, nos cuenta Territorio Creativo, en el tercer soporte publicitario, desbancando a la radio de los tres primeros puestos.

Uno de los casos analizados por Owyang en su presentación es el de la cadena de alimentación Trader Joe’s, que no tiene una estrategia en redes sociales, a pesar de que en ellas abundan las páginas no oficiales llenas de fans encantados con sus productos. Si al final resulta que el marketing 2.0 no es una moda pasajera, ¿se arrepentirá Trader Joe’s de no haber aprovechado estratégicamente el potencial de estos entusiastas prescriptores? ¿Pedirá explicaciones a su agencia de comunicación? Tal vez entonces ambos se acuerden del refrán: ‘No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy’.

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raúl m30m

2 comentarios:

Mercedesr dijo...

Cuando dicto talleres o voy por ahí soltando el rollo Social Media siempre digo que no es nada novedoso sino más bine la recuperación de las sanas costumbres de hacer más caso a nuestro entorno que a las millonarias cifras del marketing o la publicidad tradicionales. Ampliado al infinito por internet, es cierto. Pero la misma cosa de no comprarle al carnicero de la esquina porque las vecinas decían que te colaba lo que no era y si al de 2 metros más allá que te atendía de lujo y de paso te invitaba un café. Es el boca a oreja, el rumrum de toda la vida. Y es ciertamente el retorno a relaciones de negocios más humanizadas. Algo de lo que no podemos ni debemos escapar.

raúl m30m dijo...

Muy cierto, Mercedes. Gracias por tu aportación, un saludo.